Grandísimas mujeres
No le escribo a una mujer emprendedora.
Le escribo a miles de mujeres de muchas nacionalidades, que se desafiaron llevándose a sí mismas al siguiente nivel. A pesar de los pronósticos malos, las puertas que consiguieron cerradas y las opiniones en contra, creyeron en ellas mismas.
Le escribo a quienes las cosas no le resultaron bien y, justo ahora, se están comiendo las verdes. También, a quienes ya probaron el sabor de la fruta madura y a las que están esperando para comerse su primera mermelada de fresa recién hecha. Entre metáforas, creo que me he explicado suficientemente bien.
Le escribo a las mujeres que aprendieron a mirarse a sí mismas, a creer en su idea de negocio y se atrevieron a poner todo en una presentación maravillosa para convencer las buenas voluntades.
No es fácil ser mujer en un mundo diseñado para hombres.
No es fácil disciplinarse. Tampoco lo es saber mantener el entusiasmo y la motivación.
Lo que sí puede resultar menos difícil es comprender que el camino está listo para transitarlo, a sus tiempos y en la medida de las posibilidades.
No estamos en una carrera o competencia, estamos en la vida que hemos decidido vivir.
Es fascinante conocer los testimonios de tantas mujeres brillantes que tomaron su vida como una aventura y se la están disfrutando al máximo.
Le escribo a las mujeres que ya están facturando y que se lo están creyendo.
Le escribo a las que decidieron volver a confiar en sí mismas y están reorientando la estrategia, porque quieren escuchar la caja registradora.
Pongo en palabras mi admiración genuina a incontables mujeres que están alrededor del mundo, dando todo por el todo.
Que dejaron ese trabajo que no las hacía felices, se recogieron las mangas de la blusa y vieron el norte más claro a pesar de la tormenta.
Emprender un negocio propio no es “soplar y hacer botella”.
Lleva tiempo, paciencia y sabiduría, pero sobre todo buena actitud; porque es la actitud lo que permite multiplicar los resultados.
¡Qué bonito es ser mujer, pero ser mujer emprendedora es de otro planeta!
¡A emprender mujeres! En lo que quieran, inténtenlo y luego me cuentan.
Recuerden que en la sororidad está la clave, no hay tiempo para miramientos, sino para apoyarnos con buena voluntad.
Gender&Democracy
8 de marzo de 2023